USOS
TRADICIONALES
Evidencias de la Cueva de Lazaret en Niza (Francia) muestran que hace 100.000 años la hojarasca se utilizaba para formar camas rudimentarias.
En el antiguo Egipto, las bolas de mar se utilizaban para forrar las sandalias.
En el siglo XI, los vidrieros y ceramistas romanos y venecianos envolvían sus productos con hojarasca.
CONTEMPORÁNEOS
La hojarasca se utiliza como cama para el ganado, ya que proporciona calor y aísla del frío. Por la cantidad de sal que contiene mantiene los microorganismos dañinos (como hongos y bacterias) alejados y por su contenido en yodo mantiene los animales desinfectados.
En la fabricación de pasta de papel proporciona celulosa.
Para rellenar colchones y almohadas.
Las hojas se emplean en la construcción de paredes y techos por su capacidad de aislante térmico.
Si las hojas se maceran en alcohol se pueden utilizar para desinfectar heridas y que cicatricen más rápidamente, para aliviar el dolor que provocan las varices, en afecciones respiratorias y como tónico frente al acné.
Los frutos sirven para alimentar a los cerdos.
Como combustible en chimeneas y fogatas.
Como fertilizante en el campo, ya que a medida que se descompone aporta nutrientes, mantiene la humedad del rocío y evita que el agua se evapore.