AMENAZAS
ABIÓTICAS
Pesca de arrastre
Las redes capturan todo lo que encuentran a su paso y dañan las praderas, en cifras pueden llegar a arrancar hasta 1000 kg de hojas (peso seco) por hora. También provoca turbidez, anoxia (déficit de oxígeno) y exceso de nutrientes. Es ilegal en profundidades inferiores a 50 metros.
Fondeo de embarcaciones
Con estructuras permanentes (como muertos) o con anclas y cadenas, arrancan la posidonia de su sustrato y desprenden pinturas y antioxidantes que resultan tóxicos.
Construcción
Puertos deportivos y pesqueros, rompeolas, playas artificiales y otras edificaciones en la línea de la costa. Destruyen las praderas, modifican el hidrodinamismo, pudiendo intensificar los flujos de agua, y los sedimentos provocan el entierro de la planta y turbidez, que obstaculiza la llegada de luz, impidiendo que la posidonia realice la fotosíntesis y muera.
Pesca de marisco
Se labran grandes extensiones para eliminar la vegetación y permitir el crecimiento de moluscos.
Dragado
La extracción de sedimentos causa, directamente, la pérdida completa de las praderas y, indirectamente, movilización de restos, turbidez y exceso de nutrientes.
Residuos
Plásticos y productos tóxicos de uso común, como la crema solar.
BIÓTICAS
Especies exóticas invasoras
Como otras plantas marinas que compiten por los recursos y pueden modificar las características del hábitat. Esto provoca la destrucción o el desplazamiento de las praderas.
Algas invasoras
Se desarrollan bien cuando aumentan las temperaturas. Compiten por los recursos y se disponen encima de la posidonia, impidiendo que le llegue la luz y que realice la fotosíntesis, provocando su muerte, además de producir sustancias nocivas que matan los seres vivos que habitan la posidonia.
CONCLUSIONES
Por todo esto en pocos años la posidonia ha visto reducida su extensión:
En España un 29%
En Formentera de un 30% a un 40%
En Francia un 9%
En Italia un 25%
En Albania un 16%
En Túnez un 2%